miércoles, 15 de septiembre de 2010

Arjun Appadurai, “Spectral Housing and Urban Cleansing”





"El aprender a vivir, si es que queda por hacer, es algo que no puede suceder sino entre vida y muerte. Ni en la vida ni en la muerte solas. Lo que sucede entre dos, entre todos los «dos» que se quiera, como entre vida y muerte, siempre precisa, para mantenerse, de la intervención de algún fantasma." Jacques Derrida, "Espectros de Marx"






¿Cuál es el status de la presencia de todas aquellas formas de habitación en la ciudad no ubicables dentro de los parámetros convencionales de la vivienda?



Arjun Appadurai realiza un recorrido entre las formas espectrales de la habitación en Mumbai, indicando la existencia de diversas redes de corrupción y sistemas informales de arrendamiento, cuya condición de posibilidad radica en el mantenimiento de vínculos entre las diversas actividades no legales y la ineficaz, a veces inexistente, acción Estatal. Práctica común en India, el arrendamiento de un quantum de espacio físico para la habitación de la población incapaz de acceder a otras formas de habitación, se sostiene y alimenta actividades delictivas de toda índole. Comercio ilegal, explotación laboral, trata de personas, discriminación y xenofobia convergen en Mumbai como causa y efecto de un tipo de habitación que se mantiene al margen de ausencia y presencia.



Pese a que el autor muestra las formas espectrales de habitación como el punto en el que el status de (in) existencia de la vivienda se vuelve indecidible, no menciona la posibilidad de las múltiples apariciones de este espectro más allá de la aparición nociva con la que se manifiesta en Mumbai. Derrida propone observar al espectro como una cierta manifestación fenoménica del espíritu cuya presencia en tanto vivo o muerto no es posible determinar. El espectro además, se manifiesta tan sólo como una cierta aparición o encarnación tomada por el espíritu, de entre muchas otras. Por lo tanto, no existe un solo espectro, sino muchos otros; siempre más de uno. Menciona que si el espectro es animado por un espíritu considerado ya ausente, la aparición espectral es siempre una reaparición, de tal forma que toda iteración espectral no es la forma en que se refleja plenamente la identidad del espíritu, sino la adopción contingente de una forma.



En este sentido, ¿Cuáles son las formas en que la habitación reaparece espectralmente en la Ciudad de México? Es posible distinguir al menos tres formas posibles, tomando en cuenta los mecanismos mediante los cuales la vivienda es adquirida en la ciudad. En primer lugar, la vivienda puede ser adquirida mediante los sistemas formales de vivienda social. Sin embargo, dentro de estos mecanismos la corrupción de los funcionarios encargados de las diversas dependencias permite hablar de una aparición espectral que en mayor medida es aceptada e institucionalizada. La corrupción para obtener la vivienda por las vías formales resulta en ocasiones una presencia benéfica que posibilita una mayor velocidad en los trámites necesarios.



Una segunda forma, que podría observarse como el extremo de la primera, se encuentra constituida por los asentamientos irregulares en terrenos federales, zonas de alto riesgo, reservas naturales y terrenos abandonados. En ellos, la dinámica generada a partir de la búsqueda de los espacios mínimos para la habitación no muestra ninguna forma de articulación o esfuerzo por legalizarse. Comúnmente, estas zonas marginales escapan al control del gobierno del Distrito Federal, propiciando estructuras de poder paralelas que poseen la capacidad de controlar económica, política y socialmente a quienes habitan ahí. Ejemplos de estos asentamientos pueden ser ubicados en la periferia inmediata de Tlatelolco en Cuauhtemoc, las cercanías a las vías del ferrocarril que cruzan Calzada de Guadalupe en la delegación Gustavo A. Madero, los diversos asentamientos irregulares en San Lorenzo, Avenida Tlahuac, el Cerro de la Estrella y las inmediaciones del Cerro de tezontle en Iztapalapa. Como característica principal de estas formas de habitación, se les ha atribuido la delincuencia, y toda forma de adicción; por lo cual, es opinión general e incluso difundida al exterior lo nocivo de estas formas, sin por ello dar soluciones específicas al problema de la marginalidad.



Sin embargo, existe también una forma intermedia entre la informalidad y la vía institucional de la vivienda en la ciudad. Partiendo de los apoyos financieros del INVI, se han generado en la Ciudad de México, redes clientelares y estructuras corruptas para la obtención de la vivienda, pese a que en ocasiones no es la vivienda la finalidad de quienes las constituyen. A través de "gestores sociales" los distintos movimientos y comunidades vecinales que buscan la vivienda han desarrollado estrategias legales e ilegales para lograr su objetivo. A través del el "paracaidismo", cualquier terreno en deterioro o sin uso al interior del Distrito Federal, se ha convertido en botín político y económico de actores y agrupaciones, pues luego de invadir el terreno, mediante el pago de cuotas es posible expropiar, otorgar títulos de propiedad y llevar a cabo proyectos de construcción de vivienda. Si bien, el INVI funciona como instrumento de fomento crediticio para habitantes que no pueden acceder al crédito bancario o de otros programas de seguridad social, las redes, en ocasiones controladas desde el mismo gobierno del DF, han permitido una serie de irregularidades en la obtención de terrenos para la construcción, así como en la venta de la vivienda.



La espectralidad de la habitación refiere entonces a la indecidibilidad estructural del fenómeno de la habitación en la ciudad, como efecto de la distribución desigual y de los procesos de desindustrialización y decrecimiento económico.







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